martes, 1 de octubre de 2013

Alpes '13

Alpes '13

Antecedentes.

La historia de este viaje se remonta a unos meses atrás, cuando un amigo y yo decidimos emprender una ruta indeterminada en moto. Dónde, nos era indiferente, queríamos carretera y manta. Como él vive en Holanda y yo en España, los Alpes se erigieron como una elección sumamente atractiva por relativa equidistancia y concepto.

Sin entrar en pormenores, que a pocos interesarán, cogimos una semana de vacaciones con sus respectivos fines de semana, esto es, 9 días, del 21 al 29 de septiembre. Era una elección arriesgada en cuanto a inestabilidad meteorológica propia casi ya de octubre, pero también enormemente interesante por suponer temporada baja y ausencia de excesivo tráfico. Además, por diferentes motivos, no podíamos ir antes.

Los preparativos, por mi parte, fueron los de rigor. Revisión de la moto (le tocaba la de los 20000 km) y compra de algunos artículos de gran relevancia como térmicos, traje de lluvia o mapas. No me gusta viajar con GPS y tampoco dispongo de uno, con lo cual un buen mapa tradicional de carreteras y unas notas detalladas en una libreta con el itinerario a seguir son más que suficientes. Desde aquí, agradecer al forero Stelvio del foro bmwmotos.com, ya que la base de la ruta es una de las que él propone para conocer los Alpes.

Por lo demás, el inventario es el típico de estos casos. Al viajar solo en la moto, las maletas proporcionan espacio más que suficiente para hacerlo con comodidad y no prescindir de nada. Mudas diarias, un par de zapatillas cómodas de deporte, pantalón de algodón, chándal, efectos de higiene personal y segundo par de gafas configuran mi equipaje básico. A esto, añadir un rollo de papel, una botella de 1l de agua, dos viseras para el casco (clara /oscura), toallitas para limpiar cuero (de bichos), rollo de cinta americana (se use o no, es el mejor invento del mundo), una pequeña linterna, la libreta y mapas anteriormente comentados y alguna otra cosa que olvido e iré mencionando, espero, a lo largo de la crónica.

Uno de mis quebraderos de cabeza previos a la partida era si llevar mono de cuero o traje de cordura/invierno ante la incertidumbre del clima. Después de consultar obsesivamente  webs varias sobre meteorología alpina, terminé por decantarme por el mono de cuero que, por cierto, fue todo un acierto. Además, y no es menos importante, se limpia de bichos muchísimo mejor que la cordura. Es en todo caso una elección muy personal, pero, salvo que el frio arrecie, considero el cuero insuperable por comodidad/seguridad a la hora de viajar en moto.


Jornada 1. 21 septiembre


View Las Rozas-St-Lary-Soulan in a larger map

El día anterior había llenado el depósito y revisado presión de neumáticos, así que era cuestión tan sólo de colocar maletas y salir, sin más. En la bolsa esa verde chillón, impermeable, por cierto, llevaba los térmicos, el traje de lluvia, la linterna y los mapas y libreta con indicaciones, para no estar abriendo y cerrando constantemente las maletas. Por cierto, opté por llevarme un segundo par de llaves de la moto por si acaso, que nunca se sabe. También llevaba unos guantes de invierno, que no necesité. Para los curiosos, los que usé en todo momento son unos Rukka Apollo con membrana Gore-Tex X-Trafit, uno de los mayores descubrimientos que he hecho en los últimos tiempos. Van a por su tercer año y son simplemente maravillosos, en verano no te cueces y aguantan con gran dignidad hasta los 6-8ºC, a partir de los cuales ya empiezan a enfriarse bastante las manos. En cualquier caso, su versatildad es tremenda.


Listo para darlo todo (foto cortesía de mi querida y paciente Marta)


El tramo hasta Huesca no tiene secreto alguno salvo que, por primera vez hasta ese momento, se me cayó la moto en parado. A excepción de mi cara de imbécil y de mi corazoncito herido, poco más. Un chaval me ayudó a levantarla, menos mal. Gracias a los protectores de los cilindros y a las maletas, los daños fueron miserables (sendos roces en protector y maleta derechos). Así que seguí sin más historia. Una vez entras en la N-260 la cosa empieza a pintar bien.


Prepirineo aragonés


Pero en Boltaña, malas noticias. La moto de mi amigo se ha averiado en mitad de Alemania. Es sábado, y hasta el lunes no sabremos nada. El mazazo anímico es tremendo y llego a plantearme volverme directamente a casa, pues son las 5 de la tarde y me daría tiempo. Finalmente, convenimos en seguir adelante. El lunes, si todo fuese a pedir de boca, podríamors reunirnos en un punto de Suiza alterando mi itinerario. Así pues, lo dicho, a por los Piris.

Desde Aínsa la carretera se estrecha y los Pirineos se muestran impresionantes. La frontera por esta carretera se atraviesa por un túnel de circulación alterna. Los Pirineos franceses son una pasada.


Pirineos franceses desde la frontera.


Esta es tierra occitana, preciosa y cargada de mitología. Aragnouet, uno de los pueblecitos que uno se encuentra, aunque veraderamente pequeño, es fiel testigo de ello. La primera noche duermo en Saint-Lary-Soulan, una población pirenaica de relativa importancia, bellísima en cualquier caso.

Distancia recorrida (google dixit): 569 km


Jornada 2. 22 septiembre.


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Aprovecho para comentar que pernocté en hotelillos y casas rurales, nunca en camping. Soy un comodón y la verdad es que es una delicia dormir en este tipo de alojamientos en los pueblos que vas encontrando. 

Tras un desayuno que, como será norma en el viaje, me da casi vergüenza (comí por 50), prosigo.

La jornada de hoy tiene un sabor especial por el Col du Tourmalet. No lo tenía previsto, ni siquiera considerado. Pero al llegar a Arreau, allí estaban las indicaciones y no me pude resistir.



Carretera D929, camino a Arreau


 Col du Tourmalet


Vertiente oeste del Tourmalet


Desde allí, camino a Lourdes y ya todo autopista, hasta Grenoble. Mi intención era dormir en un pueblo pero se me hizo muy de noche y, a punto de optar por meterme en un granero, tiré para una ciudad a buscar cobijo. Hotel urbano insulso y caro, menos mal que fue el único.

Distancia recorrida: 799 km

Puertos totales:

- Col du Tourmalet


Jornada 3. 23 Septiembre


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Empieza lo bueno. Desde Grenoble hasta Albertville no hay mucha historia. Rotondas, tráfico denso pero fluido, etc. Francia es el país motero por excelencia. Todos, y digo todos, los que van en moto o scooter saludan. En autopista, poblado, carretera secundaria, al adelantar, al cruzarse, descansando en el arcén, da igual. Y lo que alguno decía por ahí es cierto. En el caso de los coches, llegan a jugársela para dejarte pasar.

Todo el tramo desde Albertville (F) hasta Martigny (CH) cautiva. Es mi primera vez en los Alpes y eso se nota, todo me impresiona y me deja boquiabierto. El primer gran paso del viaje me hace especial ilusión, el pequeño San Bernardo...




Unos 15º, sin viento y cielo completamente despejado. Salvo excepción, la tónica general del viaje. Soy un tío con suerte. Así lucía el puerto de vacío. En general, otro aspecto común será la ausencia casi total de tráfico en las zonas de montaña. Una gozada.


 Ascenciendo al Col du Grand St Bernard desde el valle de Aosta.



Laguna y hospicio del Gran San Bernardo

El ascenso al San Bernardo grandote es una delicia. Fue uno de mis favoritos.

De todos modos, hoy se confirma que el viaje lo haré solo. El motor de la ZX-9R de Luis está reventado. No van a reparalo en una tarde y saber si le compensa en cualquier caso. La historia de esta moto merece mención aparte, una auténtica putada...

En Suiza, como ya se ha comentado infinidad de veces, no hay peaje como tal en las autopistas, sino un pago anual para su uso de 40 CHF. Éste se demuestra mediante la pegatina en el vehículo de la famosa "Vignette". Yo no la compré, no quería ni oler una de ellas. Con todo, me colé sin querer en la 9 desde Martigny sin darme cuenta, pues el color para la clasificación de las carreteras es el contrario a Italia (verde-autopistas/azul-carreteras para Suiza y lo opuesto para Italia). Salí en cuanto pude y no volví a pisar una, no tuvo consecuencias legales.

Otra cosa que me empieza a llamar la atención es la aparente ausencia de radares y de policía en este país.

Esta noche duermo en Agarn, un pueblo pequeño sin mayor historia. El alojamiento es correcto y la mujer que lo regenta amable, como comprobaré, algo característico de la Suiza rural. Son gente mucho más campechana de lo que creía.

Distancia recorrida: 375 km

Puertos totales:

-Col du Petit St. Bernard
-Col du Grand St. Bernard

Jornada 4. 24 Septiembre.



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Hoy es un gran día. Ese churro del centro del mapa es el célebre 9 de los puertos suizos. Y es un churro porque, como buen cenutrio, al llegar a Hospental desde Airolo, me despisté y seguí las indicaciones hacia el Furka en vez de hacia Andermatt/Oberalp Pass. En cualquier caso. fue una jornada memorable. De todos ellos, el que más impresión me causó fue el Nufenen. Es uno de los más altos de Suiza pero no de los más revirados (en realidad, ninguno lo es en demasía). Pero la sobrecogedora belleza de su ascenso unido a que era el primero del día, obró la magia.

 Ascenso al Nufenen


 Vistas desde el Nufenenpass


Paso del Furka 


Glaciar (N/A) desde ascenso al Sustenpass 


Paso del Susten


Como se puede observar en todas ellas, estoy solo. Y no es un truco. Apenas hice fotos, pues mi rutina me tenía entre 8 y 9 horas al día en moto, paraba realmente poco, no me apetecía. Después, claro, a la cama como un bebé. Disfrutar estas carreteras de esta forma es una delicia.

A estas alturas ya tenía experiencia con las obras cuasipermanentes del trazado suizo. Su asfalto, en una condición perfecta permanente, tenía un precio. Constantes tramos pequeños en obras que, si bien no llegaban a suponer una molestia, en algún caso puntual arruinó un puerto. También me resultó curioso que dichas obras presentasen un aspecto limpio y cuidado. Es decir, sin gravilla o arena suelta, esta gente es tremenda. Pero fue, como digo, algo sumamente excepcional y un precio realmente bajo a pagar para disfrutar de unas carreteras que naturalmente no eran perfectas, pero sí sensacionales.

Esta noche dormí en Küblis, una localidad con industria maderera. El posadero, por llamarlo de alguna forma, me sorprendió hablando español, había trabajado en Levante. El alojamiento, rural en grado sumo. La cena, frugal. El desayuno, copioso, como todos.

Distancia recorrida: 365 km

Puertos totales:

-Nufenenpass
-St. Gotthard Pass
-Furkapass
-Grimselpass
-Sustenpass
-Oberalp Pass


Jornada 5. 25 septiembre.



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Día memorable. La primera parte, hasta entrar en Italia, discurre por el Cantón de los Grisones, de habla romanche. Se trata de la Suiza más rústica y ganadera. Aquí la ley la dictan las vacas. Por cierto, si bien no se come tan extraordinariamente bien como en Francia o Italia, los lácteos suizos no tienen rival. Es una gozada rodar a traves de laderas verdes como el musgo y atravesar pueblitos de cuento. Heidi en la vida real, vaya.

Algo que había olvidado mencionar es la cantidad de insectos que abundan por estos lares. Alguna relación con el ganado y el buen tiempo tendrá. Es aquí donde el rollo de papel y la botella de agua cobran especial trascendencia para poder ver a través del casco. De la moto ni hablamos, es un cementerio de artrópodos ambulante, es lo que hay. El mono, lo mismo, asqueroso y pringoso. Cada noche me afano en dejarlo limpio para tener un aspecto presentable, al menos, unos minutos por la mañana, porque la cara con que me reciben al registrarme en los alojamientos es digna de ser grabada.

Puch del '67, Flüelapass

Esto es lo que me encontré subiendo en sentido opuesto al mío al llegar al Flüela. Estuve hablando con su propietario, un suizo loco de Berna que también decía tener toda una Multistrada 1200, pero que de vez en cuando, se dedicaba a pulular por ahí con la Puch. Olé por él.

Es notable la abundancia de BMW por estas zonas, no sólo GS. Me llamó la atención el hecho de encontrarme con tanta bicilíndrica, mucha Ducati y Guzzi (supongo que el estar tan cerca de Italia tiene algo que ver o simplemente, como a mí me gustan me fijo más) y prácticamente ninguna KTM. Es un dato sin evidente valor estadístico, lo menciono tan sólo a título de curiosidad. Ah, y ni mucho menos todas las motos eran modernas...

Y llegamos a la madre del cordero. El Stelvio. Menos mal que apenas había tráfico de bajada y casi ni un solo coche, porque la subida desde Prato tiene tela. Ya había leído al respecto hasta la saciedad, pero una cosa es leer y ver vídeos y otra plantarte ahí delante. Cuando empieza lo serio, las curvas son tan cerradas y la pendiente tan pronunciada que algún motorista llega a apoyar el pie. Yo no llegué a eso pero desde luego en ningún momento hice gala de elgancia alguna. Por supuesto, había gente que se comía las curvas como si fueran patatas e iban a un ritmo que a mí se me antojaba imposible. En cualquier caso, todo un reto para un novato alpino. No es el puerto que más disfruté, es demasiado lento, pero me sentía en la obligación de conocerlo. El descenso hacia Bormio, mucho más alegre.


 Ascenso al Stelvio desde Prato


 Passo dello Stelvio


Descenso hacia Bormio

Y llegando a Livigno, poco que añadir. El paso del Forcola hacia Suiza, bien hermoso. Después el paso del Bernina y camino hacia Splüngen vía Julier Pass. Carreteras sin desperdicio, curvas amplias, disfrute total.


Livigno

El último puerto del día fue una de mis grandes sorpresas. No esperaba hacer el paso del Splüngen. Pero estando tan cerca de la ciudad homónima donde pernoctaría, no pude resistirme. Ascendí y descendí por la misma cara, la suiza. Pero para mí, uno de los que mejor recuerdo guardo. Eran casi las 7 de la tarde y empezaba a hacer fresquete (unos 8º) y un viento que daba un gustito...


 Subiendo al Splüngenpass desde Splüngen. Las pegatinas de los puertos (no todos tienen) empiezan a acumularse. Soy más guiri...


Garita abandonada en la frontera italohelvética

8 de la tarde, noche en Splüngen. Pueblo coqueto y chiquitajo. A dormir.

Distancia recorrida: 337 km

Puertos totales:

-Flüelapass
-Passo dello Stelvio
-Forcola di Livigno
-Berninapass
-Splügenpass



Jornada 6. 26 septiembre.



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San Bernadino Pass. Mucha gente lo pone por las nubes. No les falta razón. Qué pedazo de puerto... Ahora, la carretera que une Locarno con Cannobio, con el Lago Maggiore a la izquierda, otra gozada de este viaje. Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. La carretera della Valle Cannobina, entre Cannobio y Domodossola. Una sucesión de curvas reviradas, divertidísimas, atravesando pueblos colgantes en mitad de laderas afiladas y escandalosamente verdes y tupidas. No me lo he pasado tan bien en muchísimo tiempo. Este, como otros tantos, fue un descubrimiento improvisado e inesperado. Repetiré.

Digna de mención es la conducción de los italianos. Aunque no esté orgulloso de ello, más de una Iveco me las hizo pasar muy feas, como corren los desgraciados...


Subiendo al San Bernardino


Valle Cannobina

El Simplon Pass, de todo punto olvidable. Una lástima, pero todo él en obras y con plenitud de camiones. Desde Brig hasta Martigny, nada que resaltar, salvo que es una carretera que por su número de rotondas, semáforos, etc, se hace realmente pesada. A la ida me resultó menos aburrida, lógico, estaba más expectante. 

Desde Martigny, cuyas laderas empinadísimas están cubiertas de viñedos, opté por el Col de la Forclaz y el Col des Montets, en el lado francés. Hasta otra, Suiza. De esta forma conocía otro puerto y me daba la oportunidad de recalar en Chamonix y atravesar el túnel del Mont Blanc, que me apetecía como atracción turística. Desde Courmayeur, al otro lado del túnel, hacia La Thuile, en Italia casi en Francia.

Lo mejor de este día, para mí, el Mont Blanc. Aparte de que mi foto es una mierda, lo que transmite y sobrecoge la primera vez que aparece ante tus ojos no tiene descripción posible, ni en palabras ni en imágenes. Simple y llanamente, brutal.


 Col de la Forclaz


 Mont Blanc, con sus dos glaciares al fondo. El más grande se acerca relativamente a la carretera, tremendamente majestuoso...
 Túnel del Mont Blanc, cara francesa.


Túnel del Monte Bianco, cara italiana.


El túnel por cierto, es un atraco a mano armada, 27€ para motos y coches. Pero ya lo sabía y lo hice igual, no puedo quejarme. Su tráfico está sometido a un control estricto de velocidad (mín. 50 km/h - máx. 70 km/h) y distancia de seguridad entre vehículos (150m).

A dormir en La Thuile, pueblo diminuto orientado al turismo alpino, muy coqueto y pintoresco.

Distancia recorrida: 379 km

Puertos totales:

-San Bernardino Pass
-Simplonpass
-Col de la Forclaz
-Col des Montets



Jornada 7. 27 Septiembre.


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Jornada con nuevo descubrimiento inesperado. Desde La Thuile y atravesando el ya conocido Pequeño San Bernardo hacia Montvalezan. Me paso el desvío (de hecho hay varios, lo cual tiene más delito, pero bueno) y acabo en el pueblo de abajo, Bourg-St-Maurice. Desde allí al Col de L'Iseran, el más alto de los Alpes. Su ascenso es pausado, nada que ver con el Stelvio. El otoño le sienta de fábula, los Alpes franceses tienen algo especial.


Hacía fresco, 8º. Aún así, fue la sensación térmica más baja que sufrí. Sólo usé braga térmica una mañana y durante el resto del tiempo, camiseta de manga larga a lo sumo bajo la cazadora de cuero. Un lujo.




En las tres, descendiendo dirección Modane. Para algunas fotos me la jugaba con la moto...


Desde allí, directo al Col du Galibier previo paso por el Col du Télégraphe, que se encuentra unos km antes por la misma carretera. Éste no tiene mucho secreto, aquél, una virguería.


Subiendo el Galibier desde el Col du Télégraphe.

Col du Galibier. La resolución al subir la foto es nefasta, desconozco la razón.


Y desde aquí, me equivoqué y me dirigí hacia Briançon. Y menos mal. Desde esta ciudad, la N94 y sus variantes N994 y N994A conducen hasta Bollène, donde pernocté. Hasta Gap es una carretera normal, pero desde allí... una infinidad de curvas rápidas, con una visibilidad casi total y un asfalto magnífico, atravesando paisajes calizos de una belleza espectacular, pequeños túneles excavados directamente en la roca y antiguas fortificaciones, para desembocar en una llanura poblada de viñedos hasta donde la vista alcanza donde, por cierto, se encuentra Bollène, donde como dije, me alojé.

Fortificación prealpina



Distancia recorrida: 462 km


Puertos totales:

-Col du Petit St. Bernard
-Col de l'Iseran
-Col du Télégraphe
-Col du Galibier


Jornada 8. 28 Septiembre.



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Casi 1100 km del tirón con 400 km a través de los Pirineos, desde Perpignan hasta Barbastro, Huesca. N116 en Francia y N260 y N230 en España, divertidísimas. Y una manera espectacular de disfrutar de los Pirineos y todo su encanto. La N260, el Eje Pirenaico, todo un descubrimiento. Repetiré.

Por lo demás, desde Zaragoza hasta Las Rozas, un auténtico calvario. Cansado, con un diluvio monumental, de noche y, peor aún, viento. Menos mal que me cogió en autovía, si no, me hubiese visto obligado a hacer noche donde hubiese sido.

Me subí a la moto a las 9 de la mañana. Entré en el garaje a ,as 23 h. Una y no más.

Distancia recorrida: 1095 km



IMPRESIONES GENERALES

Suiza, Francia e Italia.

Suiza es más accesible de lo que imaginaba. Me refiero a los suizos. Me os imaginaba a todos arrogantes, fríos y estirados. Qué craso error. Al menos, en la Suiza rural por la que transité, la gente es campechana y hospitalaria, los españoles seguimos despertando curiosidad. Suiza es cara, pero no tanto. Es decir, uno se puede apañar para no sentirse estafado, aunque a veces es inevitable, como un bocadillo corriente y moliente por 7 euros cuando uno aquí por 3 ó 4 le da mil vueltas. En cualquier caso, no te impide viajar a gusto. Los alojamientos son caros, pero no se van mucho de madre. Nunca pagué más de 70€ (es caro, narices, pero es Suiza) y la calidad del servicio ofrecido estaba en consonancia. Para mí, un país donde te puedes dejar el casco y el equipaje en la moto y mientras irte a dar una vuelta sin obsesionarte, dice mucho y no precisamente malo de sus gentes. Es lo malo de viajar solo. De todos modos, en un viaje más largo, sí me plantearía los campings, si no es una ruina. Por cierto, ningún problema a la hora de pagar en €. La gasolina, más o menos como en España. El gasóleo, por cierto, es más caro.

En cuanto a Francia, bueno. Los franceses son especiales, eso lo sabemos todos. Pero volvemos a lo mismo, en la Francia rural, la gente es un encanto. E insisto sobre el punto de las motos: es el país motero por antonomasia. La cultura de la moto es total, es un auténtico placer rodar por sus carreteras. Para atravesarla aconsejo las autopistas, las nacionales suelen ser un compendio de rotondas insufrible. Sin embargo luego nos encontramos con algunas como las que he descrito más arriba, que merecen mucho la pena. Pero es distinto, hablo de elegir entre autopista o su correspondiente carretera gratuita. Ah, las motos pagan la mitad del peaje. Abundan las áreas de descanso, muy bien resueltas, útiles, limpias y cómodas. Los precios, sinceramente, como España.

Gasolineras francesas, un tema ampliamente cubierto en tantos y tantos foros, webs y blogs. En autopista son 24h y más caras, la 95 en torno a 1,60 el litro y la 98 a 1,70. En el resto de carreteras, suelen ser automáticas de pago con tarjeta. Con tarjeta de chip no se debería sufrir penuria alguna. Eso sí, te cobran una señal de entre 100 y 200 € que reingresan en un plazo aproximado de una semana. Desconozco si esto es debido a que la tarjeta era de débito.

Italia: también son un mundo aparte. Bajo mi experiencia, más majos que las pesetas, pero conducen fatal. Los precios, similares a España, aunque poca vide hice por este país. Sin embargo el carburante es prohibitivo. la 98 rondaba los 2€ sin bajar nunca de 1,90. No tengo más datos al respecto, pues Livigno es tipo Andorra y no cuenta.

Un consejo general es llevar la Carta Verde impresa así como un recibo del seguro actualizado y toda la documentación al día. Si bien la Carta Verde no es necesaria en la UE ni en el espacio Schengen, agiliza enormemente los trámites en caso de ser requerida la actuación de la aseguradora. Y aunque parezca obvio, conviene llevar dinero en efectivo y dos tarjetas, por si acaso...

La abundancia de las gasolineras en toda la región garantiza repostajes para las motos más tragonas, dicho sea de paso.

La moto

Como habrés visto, es una BMW R1200R, de 2011. A día de hoy tiene 23000 km, el viaje lo comencé con algo más de 18000. El consumo medio fue, según el ordenador de abordo, 5,5l a los 100, pese a haberle dado bastante chicha en algunos momentos. El consumo de aceite, como buen bóxer grandote, exacerbado. En los 4600 km del viaje tragó la nada despreciable cantidad de 0,75l. Eso es, más de una botella de vino. No fui previsor a este respecto y tuve que comprar un bote de aceite en el camino. En cualquier caso, me parece una barbaridad.

En cuanto a su comportamiento dinámico, sobresaliente. Ir cargado con las maletas y mostrarse ágil y maniobrable para mí es digno de mención. No sé, igual son todas así... Su postura es muy cómoda y, aunque tras varias horas sobre ella (sobre todo en autopista) se cargan piernas y culo, no creo que sea algo criticable. No llevaba ningún tipo de protección aerodinámica, las motos me gustan naked puras. De todos modos, en curvas muy cerradas no se encuentra del todo a gusto, es una moto relativamente larga y pesada y eso se nota. 

De todos modos, en general, aunque no es ni mucho menos perfecta (su sonido es... impersonal, pero el traqueteo y sus pistonazos lo compensan, por poner un ejemplo), vuelvo enamorado de ella (y eso que he llegado a pensar en venderla por falta de uso).

Los neumáticos, unos Road 2, para mí, intachables. Habrá a quien no le gusten, nada que objetar, pero para mi tipo de conducción, son inmejorables (a falta de probar los Road 3). Tienen 10000 km a la vuelta y mantienen forma y agarre, incluso con el par de esta moto. Su comportamiento en lluvia, aunque haya sido autovía, una vez más, magnífico.

Distancia total teórica: 4361 km

Distancia total práctica: 4570 km (google para esto no es exacto y además en ocasiones di más rodeo del necesario... )

Webs de interés

Unas webs interesantes para comprobar el estado de pasos y zonas de montaña, además del país en general. Evidentemente hay más, pero yo consulté éstas, fueron de enorme utilidad.

Suiza





Agradecimientos.

Por la ruta, al forero Stelvio de bmwmotos.com

En general, al foro motos.net, por sus innumerables, consejos, crónicas y experiencias de foreros. Merece mucho la pena hacer caso a los que han estado varias veces.

Y por supuesto a Marta, mi chica, por su paciencia incondicional con mi obsesión motera (como si fuera la única que tengo).


Nota: Es la primera vez que voy a los Alpes, ya sea en moto o fuera de ella. Y se nota. He vuelto como un chiquillo, emocionado e ilusionado. También es cierto que, con ciertas cosas, soy fácilmente impresionable... 

Nota 2: La relación de los puertos atravesados por este itinerario es aproximada, pues en la N-260 y en la A2 se alcanzan algunos que no recuerdo, así como en la Valle Cannobina y algun otro punto de Italia.

Nota 3: Las condiciones objetivas del viaje han sido francamente inmejorables. Pero la ruta habría sido redonda de haber venido mi amigo Luis. El año que viene volvemos a ello. A ver con qué moto me sorprendes... Un abrazo, muchacho.



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